El melocotón de viña y la Nectavigne ^®

primer productor francés

EL MELOCOTÓN DE VIÑA

La historia comenzó hace más de 250 años en las Laderas del Lionés. En aquella época, los viticultores, para proteger sus viñas de los peligros del mildiú, plantaban en medio de su viñedo melocotoneros muy sensibles a este hongo parásito. En cuanto aparecían los primeros síntomas en estos árboles, se daba la alerta y las viñas podían salvarse. Estos melocotoneros, tan especiales, daban un fruto pequeño de piel muy vellosa llamado comúnmente “melocotón de viña”, “melocotón vinoso”, o incluso “melocotón sanguino”, debido a su pulpa color púrpura. Una pulpa roja característica, jugosa, acidulada, muy dulce y, sobre todo, muy aromática. Al seleccionar los frutos más atractivos, nació una gama muy completa, disponible de julio a septiembre.

LA NECTAVIGNE^®

Fue gracias a un hombre, René Monteux-Caillet, y a algunos productores locales que supieron ver el potencial extraordinario de esta fruta, que la Nectavigne^® pudo ser preservada y adaptarla a las necesidades de los mercados actuales.

“Combinando el atractivo de un producto moderno, la nectarina, con la especificidad de una fruta rústica y tradicional, el melocotón de viña, hemos conseguido una fruta única: una “nectarina de viña”, es decir, una nectarina de pulpa sanguina”.

Así fue como conseguimos un fruto totalmente original. Descendiente directo del melocotón de viña, la Nectavigne^® presenta hoy las mismas características que su antepasado, excepto por su piel vellosa. Ha conservado el color rojo vinoso de su piel, el púrpura tradicional de su pulpa y el sutil equilibrio aromático de su perfume, a la vez dulce y acidulado. Perfectamente reconocible por su piel moteada, indicador de su alto contenido en azúcar, la Nectavigne^® es una fruta de nuestra tierra, llena de color, de aromas y sabores, a la vez rústica, noble y un verdadero descubrimiento para los amantes de las cosechas de gran calidad.\"